Buenas a todos!! Hoy se han celebrado los examanes para cinturon negro, marron, azul, verde, naranja y amarillo. Veinte personas se han preparado a conciencia los exámenes para un día que será importante en su camino marcial. Estos han sido los últimos examanes hasta la fecha de paso al Aikikai, por lo que se convertía en un encuentro importante para aquellos que quieren tener un grado Aikikai.
Lo exámenes han estado bastante bien, destacandose los examenes para naranja y para azul. Se ha podido observar en todos los examenes un gran esfuerzo y voluntad por hacerlo bien, por hacerlo marcial y honesto. Un gran esfuerzo de conocimiento ya que en los programas está todo lo que es pero no todo lo que es, es lo que esta.
Un gran trabajo de los Ukes que algunos de ellos han sido Ukes de varios examinandos.
Los suspendidos deben encontrar esta situación como un momento de superación y no de fustración. Este es el momento para reflexionar donde se ha fallado y de valorar lo que se ha hecho. Es momento para solucionar los errores y mejorar.
Por último, me gustaria dar la enhorabuena a nuestro nuevo Shodan, Antonio Amado; su examen correcto, profundo, serio, marcial, intenso (1h y cuarto de examen) y hasta con lesión, pero todo ello se ha cumplido y ha sido superado por alguien que no pocos problemas ha encontrado en su camino. Al final, el buen trabajo, el tesón, la voluntad, el no dejarse contaminar y el buen hacer le han dado el resultado que esperaba.
El Shodan es el cierre de una etapa y el empiezo de otra, siendo importante no «creerse nada» para no tener una imagen distorsionada de uno mismo y de lo que uno pueda hacer. Es momento de empezar a confeccionar «tu traje», por eso es un nuevo comienzo. El comienzo de entender, de comprender y de sentir a fin de poder ser y de no tener que hacer. El comienzo para que las técnicas empiecen a «ser» con uno mismo y no a tenerlas que «hacer».
Os dejo con unas bonitas palabras de Antonio, tras la realización y superación de su examen.
Enhorabuena a Todos!! por vuestro esfuerzo e ilusión!!!
@MarcosKisei
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LA LLEGADA A UNA ESPERADA META
Hoy es un día feliz para mí y deseo compartirlo con vosotros. Siempre he pensado que las tres Artes Marciales «madres» de donde salen todas las demás son Judo, Karate y Aikido; y es por ese orden por el que creo que se recogen más beneficios al practicarlas. Con 16 años me inicié en las Artes Marciales, obteniendo el cinturón negro de Judo a los 20 años, el de Karate a los 24 (después vinieron los danes, el 4º a los 35). Aún no había practicado Aikido en serio, dado que no terminaba de gustarme ninguna de las distintas Escuelas que visitaba. Como parece que la Vida te obsequia cuando tienes un gran deseo, un día llegó el momento: un compañero y buen amigo me invitó a ver una clase en el Dojo Herbert; sólo necesite ver quince minutos de una clase de Marcos y Nono, y la decisión no salió de mi cabeza, sino de todo mi ser,…. ese es el Aikido que yo quería practicar. Yo creía que la cosa iba a ser fácil….un tipo como yo, harto de tatami, esto es pan comido……sólo Marcos sabe de primera mano (por haber tenido una relación personal más estrecha con él), los años de frustación, shock emocional, dificultades, y sobre todo contradicciones que he pasado en mis primeros años de Aikidoka en la Kisei; se me cayeron muchos esquemas, se me rompieron muchos argumentos, no fui bien visto para mucha gente al cuestionar técnicas de otras artes que para mí ya están obsoletas, ….mi práctica de muchos años se desmoronaba. Una y otra vez recibía el mismo consejo de Marcos y un día decidí hacerle caso: vaciarme completamente y empezar de cero (que no significa solamente ponerse un cinturón blanco), y humildemente comencé a confiar, a entrenar y a callarme interiormente.
En aquel tiempo sólo pensar en ser cinturón negro de la Kisei era para mí algo casi inalcanzable y muy grande; hoy lo he conseguido y, modestia aparte, estoy orgulloso de mí mismo, pero sobre todo quiero agradecer profundamente a Marcos y Nono la tremenda labor que llevan haciendo desde hace tantos años, contra viento y marea, de mantener esta Escuela en primera línea, cueste lo que cueste, con la dignidad de dos auténticos Budokas.
También quiero agradecer a todos mis compañeros que cada día y durante todos estos años han hecho y hacen de Uke, pues, y este es una de las grandes virtudes del Aikido, gracias a la oposición, es como crecemos; no habría ningún cinturón negro sin los cientos de compañeros que te agarran y te lo ponen difícil día a día, demostrando que es ahí donde crecemos como practicantes. La gran alquimia de las Artes Marciales, convertir la oposición en crecimiento, utilizar la violencia para trascenderla, sacar nuestros miedos para mirarlos de cerca y transformarlos en valor.
Ser cinturón negro de Aikido Kisei es para mí un honor y una responsabilidad, pero en mi interior aún me siento como el primer día que fui a ver aquella clase, lleno de ilusión como un niño que ha descubierto su juego favorito, esperando cada clase para disfrutar, divertirme, compartir y caminar juntos en este hermoso Arte.
Gracias de nuevo a los Maestros y a todos vosotros!!!