Hola a tod@s!!
Un alumno me ha mandado este video, y me he quedado gratamente sorprendido. No solo porque el chaval sea una maquina, que lo es, sino porque desarrolla lo que nosotros venimos diciento hace mucho tiempo, que es: » Ataca como quieras, que yo me defenderé como pueda»
Ademas, el video demuestra otra cosa, el propio fin del aikido, disuadir sin agredir, neutralizar sin dañar. Los oponentes terminan cansados de golpear al aire, a la nada.
Sin embargo, todavia la gente que practica aikido mezcla churra con merinas, confunde el mensaje del creador del aikido con su propia practica, formulándose «estilos de aikido» que son para gente que no ve mas allá de la circunsferencias de sus propias realidades, de sus propias fantasias, y de lo que es peor de sus propias mentiras.
ESTO ES LO QUE DEBERÍAN HACER LOS AIKIDOCAS!! sobre todo los Shidoines, lo Shihanes, y los supermanes alumnos de los megasupermanes del aikido. Deberían decirle a alguien: Golpeame la cara!! y a ver cual es la tecnica que hago o que me sale….
Por contra, lo que se hace es convencer a traves de la palabra y no de la práctica, legitimándose por un grado otorgado por hacer tecnicas predefinidas de antemano; es decir, hacer un juego, para que nos entendemos.
Mientras siga habiendo gente que práctique haciendo las técnicas como si tuvieran superpoderes, mientras se practique a traves de ataques absurdos, con intenciones infantiles y sin ánimo de dañar, mientras se condicione tanto el trabajo de uke para que «salga» la tecnica, que sea él mismo el que se lo coma y se lo guise, tendrán que mirar otros videos y otras artes para apreciar lo que el aikido DEBERÍA SER.
Aqui os lo dejo
Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado en este artículo.Así debiera ser la actitud y trabajo de los que amamos el aikido. Dejarse de florituras, alabanzas y otras » chorradas » y dedicarse a la enseñanza seria, marcial , etc que nos proporciona el aikido. Hay que evolucionar. Me gusta mucho vuestra linea de trabajo, saludos desde Bilbao.
Gracias desde Sevilla!!
Un abrazo