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Conclusión, por Manuel González Marmaneu

Reproduccimos a continuación un estupendo artículo de Manuel, instructor de Defensa Personal Policial en nuestra Escuela:

«Mi experiencia personal en conflictos me ha servido para sacar dos claras conclusiones: 1ª La distancia de seguridad es infranqueable por lo que tendremos que estar siempre preparados para mantener la distancia personal con el agresor, 2º- Una vez agarrados por el agresor, las técnicas de control o proyección (judo, jujitsu, etc.…) no funcionan, Y digo bien, no funcionan.

En este apartado me detendré un poco, Alguno diréis que antes habrá que pegar un golpe y el agresor aflojara el agarre y nos permitirá la realización de la técnica, Siento desilusionar a la gente, pero si el agresor nos agarra vamos tarde, ya que no podemos saber si se trata de un agarre o de un ataque con arma oculta, en ambos casos no parara de lanzarnos golpes o lo que es peor puñaladas hasta dejarnos en el suelo.

Por ello, ¡JAMAS!, Un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado debe dejarse agarrar, ¡JAMAS!

Su entrenamiento debe basarse siempre en que no lo agarren nunca, pues si lo hacen no le quedara más remedio que entrar en combate, golpeando y golpeando hasta que la necesaria proporcionalidad legal que se les exige a los agentes en sus intervenciones se valla por el retrete. Por eso intervenciones que deberían acabar rápidamente, se alargan y se producen lesiones tanto al policía como a los sujetos sobre los que se actúa.

El entrenamiento debe basarse en controlar las manos del agresor y sus piernas que es lo que normalmente llegan antes a nuestro cuerpo. Si un agente debe dejarse agarrar para ejecutar una técnica también deberá dejarse golpear la cara para ejecutar una técnica. Si esto no es así, y el agente no se deja golpear la cara para hacer una esquiva, luxación o proyección, ¿porque se deja agarrar?

La respuesta es simple, porque no saben hacer otra cosa, ya que su instrucción en DEFENSA PERSONAL POLICIAL si es que la tienen, es errónea y está muy limitada.

Por ello, mi experiencia me indica que toda la Defensa Personal Policial y Militar que se base en hacer luxaciones o proyecciones una vez el agresor nos ha agarrado, no FUNCIONAN en la realidad o fuera del tatami, pues al agente se le suele romper la ropa, se le tira al suelo, no va con un kimono por la calle, se le golpea hasta dejarlo inconsciente y al final no puede nada más que defenderse con cuatro puñetazos y una ráfaga de golpes con la defensa. ¿Para eso le habrá servido su entrenamiento? ¿Para pegar sin control? ¿Para eso le habrán servido sus danes?

Creo que se debe empezar a enseñar a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado con sentido común, Se ha de enseñar ha evitar mas que en solucionar. Me explico, si al Agente se le enseña a evitar que se le agarre o golpee, no tendrá que utilizar un medio mucho mas arduo y violento como lanzar puñetazos y patadas hasta que se inmovilice al agresor. Este no habrá concluido su ataque y por lo tanto, no habrá lucha con él.

La técnica realizada antes del agarre es mucho más fluida y mucho más proporcional. El entrenamiento en este sentido es mucho más difícil pero el resultado es mucho más eficiente. Además, nadie dijo que las artes marciales fueran fáciles, y el defenderse a uno y a los demás mucho menos.

Para ello es necesario tener una formación adecuada y sobre todo continuada, en un sistema dinámico y eficiente.»

2 comentarios

  1. Antonio Amado

    No puedo estar más de acuerdo. Si me permites añadir que incluso en un conflicto resuelto a golpes es muy difícil coger alguna luxación o control del adversario en pleno fragor del combate. Por eso, como bien dices, yo también creo que lo mejor es la reacción antes de que nos agarren.

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