Hola a todos!! os dejo unas reflexiones que un compañero y amigo nos ha escrito sobre el hecho de sentirse cada vez mas libre a la hora de ejecutar una tecnica, mas espontaneo y menos encorsetado. Me parece unas reflexiones muy interesantes y que pueden ayudar a otros compañeros que, llevando tantos años como lleva él en la practca de las artes marciales, tienen miedo de salir de las formas establecidas porque no se sienten seguros de lo que les pueda salir.
Lo dicho, gracias Antonio!
SALIR DE LA FORMA
Siempre se ha dicho que la obtención del cinturón negro, más que una culminación del Arte, es un nuevo comienzo, una nueva etapa. Así es. Se han aprendido las técnicas básicas, los recursos, las herramientas, y ahora llega la hora de mezclarlos y crear con ellos; pero esa es una tarea ardua, porque lo más cómodo es quedarse “adherido” a lo que ya se sabe, y crearse un microclima (casi siempre en el propio dojo), donde todo sale bien, donde todo encaja, donde se perpetúa una forma de hacer a la medida. Si no comparas y buscas y te pones a prueba con otras personas de otros dojos o de otras Artes Marciales, o si tus propios Profesores no te estimulan a que lo hagas, es muy improbable que se salga de ese microclima cómodo que se ha construido, y quizá algún día, lleguen las sorpresas. Pero un maestro verdadero debe alentar a sus alumnos a que salgan de ese pequeño mundo de la técnica y de donde todo sale bien, (como hemos dicho, necesario en las primeras etapas del aprendizaje), para llevarlos al mundo de la creatividad y de la libertad del Arte.
Y es esta una tarea incómoda, porque vuelven a presentarse nuevos y mayores retos, en los que entra en juego el ego en todas sus facetas (los años que llevas, tu status ante tus compañeros, los danes que tienes, etc., etc.), pero sobre todo, porque hay que desprenderse de lo ya sabido, y eso es una práctica que va más allá de lo técnico, es una etapa donde el practicante se las ve con sus emociones, con su mente y con su corazón.
Reconozco que no abundan los Dojos donde se fomenta este aspecto del Arte Marcial, pero en la Kisei, por fortuna, esta búsqueda de la libertad y de la expresión personal es un aspecto más del aprendizaje, tan importante y necesario como los aspectos más básicos, que por cierto, siempre seguirán yendo de la mano, ya que no se trata de sustituir uno por otro, no es sustituir la libertad por la disciplina, sino de integrar las dos cosas.
Marcos y Antonio siempre me han insistido en todo esto durante todos estos años, y sólo recientemente, estoy empezando a experimentar y a disfrutar de esta nueva etapa de la que hablo, y está siendo muy gratificante para mí constatar en las clases cómo, muchas veces empiezan a salir técnicas o combinaciones de movimientos no prefijados, no pensados, espontáneos e inconscientes, que se dan por adaptación a la respuesta de Uke en ese momento, a un cambio en su guardia, en su posición o en su reacción. Donde hace un tiempo tenía que parar y comenzar de nuevo la técnica, ahora mi cuerpo responde modificando y realizando otra nueva, para adaptarme a la nueva situación propuesta por Uke.
Ahora empiezo a entender frases del tipo “no agarres a uke”, …..porque si lo agarras predeterminas la técnica que vas a realizar…..pero y si esa técnica no sale ¿qué harás?……en cambio, si no estás agarrado, estás libre para moverte con uke e improvisar como necesite…..y eso es ki-musubi.
Este hecho me indica que estoy empezando a liberarme de idea de la forma y que estoy empezando a usar el Aikido que está dentro de mí de una manera más libre, pero lógica y eficaz.
Ahora sé también que esto no se puede improvisar ni acelerar, y que es muy necesario un trabajo minuciosamente técnico de base, que además, no debe abandonarse nunca.
Así, lo básico y lo creativo no son opuestos, sino que se retroalimentan constantemente, viniendo a mi memoria una frase que escuché recientemente en un cómics de artes marciales, que no por ello es menos relevante: “la creatividad de la mente necesita un cuerpo disciplinado”.
Como los Maestros siempre nos dicen en las clases, al final el Aikido tiene que salir sin pensar, con cualquier ataque y en cualquier situación, y no siempre con el acuerdo de Uke.
Me satisface compartir de la manera más sencilla y humilde que pueda estas experiencias de mi Keiko, y espero continuar y seguir avanzando en las nuevas etapas que aún están por llegar en este maravilloso Arte del Aikido, agradeciendo a los maestros su entrega en la enseñanza y a los compañeros la ayuda que constantemente prestan en el Dojo.