Hola a todos! os dejo una interesante reflexion de un alumno sobre las ultimas sensaciones que ha tenido en su practica.
«Aunque llevo practicando este Arte hace ya algunos años, y parezca una simpleza lo que voy a decir, sólo recientemente estoy experimentando que el Aikido es movimiento. Y no porque no lo hubiera entendido antes, claro está que intelectualmente era obvio para mí, pero una cosa es entenderlo y otra muy distinta es que tu cuerpo lo comprenda y lo exprese. (De hecho este es uno de los peligros de las AAMM, el creer que por entender algo ya se sabe).
Sin movimiento no hay técnica posible, y mucho menos si se busca su aplicación práctica. Es el movimiento, la cinética que se crea al moverse, lo que da la oportunidad de crear la técnica; no tiene porqué ser rápido, pero sí en ritmo con el oponente; “mientras” te mueves, es en ese espacio-tiempo donde se puede expresar y desarrollar la técnica; es en ese espacio-tiempo donde sucede el Aikido, ya sea una técnica predeterminada o improvisada, y es ahí donde el arte adquiere su máxima expresión.
Sin movimiento, sólo queda echar mano de la de la fuerza, pero difícilmente habrá belleza y armonía, ni tampoco potencia, porque la potencia de las técnicas de Aikido viene dada por esa cinética del movimiento, en la que a su vez se crea un “pico” o clímax, lo que llamamos kime.
Así pues, el movimiento en Aikido no es un movimiento uniforme, sino que tiene un momento álgido (kime) que, como un látigo, estalla y vuelve a su estado original.
Por eso, sin movimiento, no puede haber técnica ni potencia.
Recuero tantas veces las correcciones de los Maestros en este sentido: no hacer las técnicas laxas o lánguidas, moverse con todo el cuerpo al unísono, meter el cuerpo entero, etc, etc, incansables correcciones, que algún día dan sus frutos.
Por tanto, quiero compartir mi agradecimiento por la paciencia de los Senseis, y mi alegría de ver que con constancia, trabajo y acatando las instrucciones de las clases, el progreso está asegurado y nos espera a todos.»
Antonio Amado
Todo es movimiento en el Universo, nada está quieto y todo está vivo.