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A veces alumno, a veces Maestro…pero siempre estudiante.

Comentaba el otro día un alumno que “lo mejor para un alumno es demostrarle a su maestro que aprende bien lo que éste le enseña”. Y lanzaba al aire una pregunta, ¿qué es lo mejor para un maestro?

Este “lo mejor”, quiero entenderlo como ¿”cuál es el objetivo” de cada uno?.

¿Cuál debe ser el objetivo de un alumno de artes marciales?

Obviamente y según mi opinión, el objetivo primordial es progresar adecuadamente en el estudio de su arte marcial hasta alcanzar la máxima maestría posible; y al mismo tiempo es imperativo mantener siempre una actitud de respeto hacia el Maestro, el Senpai, los compañeros, el Dojo y la tradición marcial que representa, así como también hacia el resto de tradiciones y artes marciales serias existentes y hacia los practicantes serios de otras artes marciales.

Hay que pensar que el alumno es el responsable de su propio entrenamiento y crecimiento en el arte marcial. El Maestro sólo pone la guía necesaria para que el alumno lo consiga con su esfuerzo y dedicación.

Un alumno de artes marciales lo es normalmente por decisión propia. Nadie le obliga a entrar en un dojo y acogerse a la práctica de una disciplina marcial. Lo hace voluntariamente. Por eso mismo su responsabilidad es mayor y su compromiso debe ir en el mismo sentido.

Un alumno debe APRENDER, para eso viene al dojo, y para aprender correctamente debe tener una actitud abierta, sincera y honesta.

Y ¿Qué es lo mejor para un Maestro? ¿Cuál es el objetivo de un Maestro?

Mi respuesta es que lo mejor para un Maestro, su objetivo, debe ser que su alumno lo supere. Ni más, ni menos.

Un Maestro de artes marciales tiene la responsabilidad de guiar a sus alumnos en el buen camino de su Arte Marcial. Para ello debe esforzarse día tras día para ofrecerles lo mejor de sus conocimientos, sin ocultar nada, sin prisa pero sin pausa.

Un Maestro debe reciclarse continuamente, debe seguir estudiando y practicando él mismo para no oxidarse, para seguir en la brecha y poder seguir ofreciendo siempre a sus alumnos la máxima calidad posible en sus enseñanzas.

Un Maestro es un compañero de camino que simplemente empezó a caminar antes que el alumno.

Decía antes que el objetivo del Maestro es que su alumno llegue a superarle en maestría. Y lo creo firmemente. Pero hay muchos “maestrillos” por ahí a los que no les gusta esa idea y lo que hacen es “retener” al alumno, no enseñarle todo para que nunca le supere, no alentarle a que entrene con más gente para que el alumno no vea cosas nuevas que él no sabe etc.

Ese es el mal maestro, aquel del que hay que huir. El que te dice que no hace falta que vayas a tal curso con tal persona porque no te va a enseñar nada o tal o cual sistema no sirven, no son buenos, sólo MI camino es el correcto. El que no busca continuamente superarse, el que no quiere aprender de nadie más que de él mismo, el que no acepta críticas…

Si te encuentras con alguien así huye de él como de la peste.

Un buen Maestro es aquel que escucha las preguntas y dudas de sus alumnos, que les aconseja en su camino marcial, que cuando no tiene una respuesta no se sonroja por ello, simplemente la busca y se la da más tarde con un sencillo “no lo sé, pero tranquilo, lo buscaré”.
Un buen Maestro no es un ser invencible, no es el que sabe realizar todas las técnicas, no es el más fuerte ni el más rápido… Un buen maestro es aquel que te enseña a ponerte los zapatos para que tú puedas caminar por ti mismo. Hoy caminar, y mañana correr, y un día, lo más cercano posible, dejar atrás a tu Maestro y respetar siempre su memoria, pensando en aquello que pueda ofenderle; sabiendo que él fue quien te ató tus primeros zapatos…

Un verdadero Maestro siempre aprende de sus alumnos. Un Maestro es siempre un Alumno. Y así se cierra el círculo.

Dani Esteban Koryu.

3 comentarios

  1. Jaime Coronil

    Hola Marcos, no se si me recuerdas, soy Jaime Coronil, alumno de Pedro Pinar, Kyohan. He estado leyendo el articulo de a veces alumno , a veces maestro y me ha parecido un articulo maravilloso que nos hace pensar, a todos los que elegimos un dia caminar en el camino de BUDO,me gusta conocer estilos diferentes de los cuales siempre aprendo algo, y me encuentro con maestros muy buenos,aun practicando el estilo y disciplina que me fascina, estudio cada vez que puedo formas diferentes. tambien, hace constar una vez mas, la humilad de unos maestros como vosotros. un saludo desde Gelves.

  2. Tonia Stout

    Yo creo que el objetivo de un maestro debería ser transmitir sus conocimientos, encargarse de que al alumno le quede clara la estrategia del estilo y de que perfeccione su técnica. Independientemente de que el alumno supere al maestro, creo que es fundamental que éste le inculque un poco la «duda» para que en todo momento cuestione su propio estilo, y no se convierta en un ciego seguidor del mismo sin plantearse si quiera la utilidad de lo que está haciendo. También creo que entre los objetivos de un maestro debería estar enseñarle, a la vez que ser crítico, ser respetuoso con personas de otros estilos.

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