PAZ INTERIOR

Os dejo, una muy interesante reflexión de un viejo alumno, Jose Luis Mosquera, cinturon negro 1er Dan, sobre la Paz Interior. De sus reflesiones me quedaría con el adagio Budista: «la compostura tranquilidad del espiritu ante lo inevitable»

Espero que os haga reflexionar.

Paz interior

La paz interior la considero como el hecho de mantener una estabilidad emocional interior positiva controlada que no se desequilibra frente a una situación externa negativa que te rodea y que podría alterarte internamente.
En el día a día, cualquier situación perturbadora, ya sea en el trabajo, en la familia, con un amigo, o con un desconocido en la calle, puede afectar a nuestra mente creándonos estrés, frustración, tristeza, ira, miedo, etc. Y dependiendo del sentimiento que nos produzca actuaremos (o no) en consecuencia.
Por tanto, en esa situación perturbadora, no tenemos el control sobre nosotros mismos ya que nos dejamos afectar por lo que ocurre externamente, lo cual nubla nuestro juicio. Un ejemplo claro de esto es cuando recurrimos a insultar a otra persona, o la crítica improductiva, entre otras cosas. Es la situación la que controla nuestros sentimientos y nuestra actuación posterior y, normalmente, el resultado que provoca no es satisfactorio para nosotros mismos afectándonos más a largo plazo.
La única forma en la que podemos actuar (o no) de forma que seamos nosotros los que controlemos la situación es mediante el desapego de las emociones negativas.
Eliminando esas emociones negativas me encuentro ante una situación que analizo y, evidentemente a mi juicio subjetivo, observo si esa situación puede repercutir en mi o en algo o alguien que me importa. Si es así, debo actuar en consecuencia para evitar que eso ocurra, simple y llanamente, sin que mi estado mental se tambalee en el transcurso.
Por el contrario, si la situación no va a repercutir en nada, o no va a llegar a ningún lugar, tampoco tiene por qué alterar mi interior, puedo asumir que no merece la pena actuar ya que supondría un gasto de energía y tiempo innecesario.
Teniendo ese desapego emocional, existe un límite subjetivo que nos imponemos cada uno para diferenciar esa situación que de verdad tiene importancia y en la que debemos actuar, de la que no la tiene. El perfeccionamiento de ese límite es el que proporciona la maestría en este campo que yo considero también como marcialidad. Pero siempre teniendo en cuenta que es ese desapego el que nos permite tener el control para poder decidir cómo queremos actuar.
En definitiva, bruce lee lo expresó muy bien cuando dijo “Lo importante no es lo que sucede, si no como reaccionas ante ello”.
He de agradecer el descubrimiento de este largo camino personal a mi profesor Marcos y a mi compañero Antonio que comparte las mismas inquietudes que yo respecto a este tema, sobre todo cuando lo planteado se lleva al límite en una situación perturbadora extrema como es la agresión y la violencia que un mal día puedes encontrar en la calle.